Recorriendo y conociendo el Centro Franciscano + Convivencia Vocacional y Formativa de señoritas +

 

Llegando, se realizó la presentación del “Jardín” e indicaciones ecológicas y prácticas de permanencia. 

Después en grupos pequeños se realizó el recorrido por el área para ambientarse en el Centro Ecológico de espiritualidad franciscana, se visitaron tanto los senderos, campo de María, corral antiguo, casa tradicional y dependencias, mirador de San Antonio, Campo del Cántico de las criaturas y capilla de los Estigmas como punto comunitario de encuentro.

Seguidamente en dos grupos padres y jóvenes se desarrollaron las charlas formativas y vocacionales, gracias a la colaboración de la Pastoral Familiar “Tobias” de la parroquia María Asunta de la Villa Primero de Mayo de Santa Cruz de la Sierra, abordando la importancia de las opciones de vida y reflexionar sobre los peligros de la sociedad, además con la ayuda de Hno. Limber se dio pautas sobre la conservación de la naturaleza y la vida vocaciones como respuesta al llamado de Dios en el camino de la vida y de la fe.

La jornada se desarrolló con espacios de deporte, oración y encuentro comunitario, acompañados por sus padres, encargados, catequistas. Los jóvenes realizan la segunda etapa de la preparación para la confirmación.   Dentro del programa formativo, instructivo y de experiencia de fe; está como la experiencia de fe en la naturaleza y la búsqueda de su vocación como llamado de Dios en la realización de su vida de fe.     

Al promediar el medio día se compartió el almuerzo campestre con sabor a leña, lindo majadito batido de pato y su huevo criollo, juca, plátano y ensalada, acompañado con refresco de temporada, para delicia de todos los participantes.  

Además, estuvo a la venta los horneados de la zona como cuñapé recién horneados, pan de arroz y paraguayos, elaborados a la forma campestre y antigua con los ingredientes de la zona.

Hubo momentos de deporte, esparcimiento, charla y descanso.

Casi inmediatamente después del almuerzo campestre, se partió al rio Güendá para un rato de esparcimiento, convivencia y alegría, para retornar a Santa Cruz, llevando la experiencia de la alegría del encuentro con Dios en la naturaleza y el encuentro comunitario creando más lazos de fraternidad, compromiso y alabanza a Dios por la creación.

Un poco más de lo planificado, después de visitar el rio, compartir alegría, juegos y mucha convivencia, se regresó a Santa Cruz, habiendo vivido tanto padres como hijos la oportunidad de encontrarse con Dios en la naturaleza a la manera de San Francisco de Asís.