Al llegar al Centro Ecológico de Espiritualidad Franciscana “Jardín de la Inmaculada” después de un poco de descanso, se compartió el almuerzo con sabor campestre, a olor a leña con productos orgánicos provenientes de la región.
Por lo largo real del recorrido del Vía Crucis (más de 45 minutos a mediana velocidad) se decidió realizar las reflexiones y oración en el área de la capilla de los Estigmas de San Francisco. Concluido, después de algunas palabras se dio tiempo para el recorrido de las áreas: Cántico de las criaturas, casa tradicional y estancias, potrero, campo mariano y la zona de los curichis.
Después de una expresa jornada y ante la amenaza de posible lluvia que no se efectuó, se partió de retorno a la Ciudad de Santa Cruz, esperando poder regresar pronto a reencontrarse con un pedazo de paraíso en esta área de los humedales de Santa Cruz y antigua presencia humana del Pereotó.