La presencia de los hermanos Darwin de Ecuador, Marco de la Argentina y Martín de Perú, les acompañaron la responsable parroquial del movimiento nacional de Justicia y Paz y ecología Marizabel y Joselo.
En la parte de la “Casa Tradicional” se coincidió en la importancia de la conservación de los ambientes que componen el área tradicional, exponiendo al visitante la forma de vivir de los habitantes de la zona rural del Pereotó.
Los hallazgos realizados dispersos por la zona, que ante el paso de la lluvia y la limpieza de las áreas van saliendo para ser expuestos como recuerdo de la vida cotidiana de los habitantes.
El área del comedor que se ha tratado de tocar en lo más mínimo, presenta el ambiente familiar y comunitario de los habitantes, compartiendo los alimentos cocinados en la forma tradicional a base de leña y del horno restaurado para una comprensión mejor de esta forma de vida.
Durante el recorrido se resaltó la importancia del respeto de la creación mayormente en el ya cercano jubileo del “cántico de las criaturas” redactado por San Francisco y heredado por nuestras fraternidades como parte de nuestra espiritualidad.
Se visitó el rio Guendá que justo era cruzado por unos vaqueros que resguardaban a sus vacas para llevarlos a pastar, recordando al buen pastor que como el vaquero “debe” de llevar a las “ovejas o vacas” con mucha paciencia y persistencia a los pastos de la Palabra de Dios.
Se visitó el proyecto de reforestación nativa, con planta de Serebó y Teka, que en parte gracias a los aportes locales y el de JUSTICIA y PAZ y ECOLOGIA de la familia franciscana en Bolivia, fue posible concretizarlo.
Tanto al inicio como al final de la visita compartimos las comidas con el típico sabor camba ahumado por la leña, con los cuñapes y pan de arroz recién horneados junto con café por la mañana para calentar la larga jornada en la que nos encontramos como franciscanos conventuales y capuchinos.
Haciendo especial énfasis los hermanos capuchinos de la importancia del encuentro y de la posibilidad de próximos campamentos vocacionales y de convivencia; partimos a nuestros destinos esperando próximamente poder de nuevo encontrarnos en una o más jornadas de oración, de eremitorio y convivencia en admiración de la creación que San Francisco hizo especial énfasis en el “cántico de las Criaturas”.