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38 niños y jóvenes disfrutaron por tres días y dos noches del encuentro con la naturaleza, compartiendo la alegría del servicio al señor a través de su tiempo para el servicio del altar.
Fueron acompañados por Fr. Claudio Peredo, superior de la comunidad religiosa.
Su presencia aparte de ser un tiempo de esparcimiento, alegría, recreación y formación también se caracterizó por la misión de acompañamiento a los habitantes de la zona y alrededores por haber acompañado gracias a Fr. Claudio con la celebración de las Vísperas y fiesta en honor a la Virgen del Carmen que congregó a los vecinos con mucha alegría por este regalo de la Eucaristía.
La naturaleza y la belleza proporcionada por estar situado “Jardín de la Inmaculada” sobre el humedal más grande de Bolivia y cercana al parque del Amboró dan un sitio de gran verdor, respeto a la naturaleza y el acompañamiento de las aves y animales circundantes.
Regalo de Dios, tomando en cuenta que buena parte del país, especialmente en el occidente se sufre de grandes sequías casi catastróficas.
Los jóvenes y niños pudieron disfrutar la belleza y pureza de las aguar del rio Guendá del Urubó
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