De ida marcando el sendero para el futuro recorrido del Vía Crucis; fue sorprendente ver que ya están produciendo en cantidad los arboles de mango que al caer son aprovechados por las vacas, además ya están casi en su punto los arboles de ocoró y el bosque de achachairú.
Con la programación
de los próximos encuentros juveniles, suspendidos por la convulsión política que
ha ocasionado bloqueos y paros, darán tiempo suficiente para que sigan
madurando las bondades de la naturaleza.