Semanas anteriores después de un fuerte ventarrón tres árboles cayeron, algunos de ellos de gran tamaño; a pesar que dio pena la caída del más grande, observamos que el tiempo había podrido las raíces y por este motivo no resistió los vientos fuertes previos a la lluvia. Esperando dar un segundo uso, de aprovechó de la madera del árbol caído para sacar tocos para varios usos. Y finalmente servirá las pequeñas piezas para oportunidades de encuentro en alguna parrillada.