De izquierda a derecha: Fr. Peregrino Ziobro, Fr. Juan Koszewski, Fr. Rufino Orecki y Fr. Simón Chapinski |
A la llegada de los primeros misioneros a Bolivia se planificó la constitución de un Centro de Espirituales que en mente llamarían Jardín de la Inmaculada desde donde se expandiera las demás presencias; es así que Fr. Simón Chapinski como delegado de la Misión, inmediatamente inició los tramites de la personería Jurídica por Decreto Supremo con el nombre de: “Franciscanos Conventuales” con Personería Jurídica N.º 185.579 de diciembre 13 de 1977. más un agregado de “Jardín de la Inmaculada” como eje de la futura concretización del proyecto.
Llegada la segunda generación de los Misioneros Franciscanos Conventuales en 1978; Fr. Peregrino Ziobro y Fr. Estanislao Olbrycht se fue plasmando la idea de la concretización de “Jardín de la Inmaculada”, en Montero se vio que sería difícil la tarea por estar en ese tiempo muy alejada de la ciudad central Santa Cruz; al fundar la presencia en Quintanilla – Cochabamba se dieron los primeros pasos para buscar el lugar, situándolo con la ayuda de Fr. Rufino Orecki en la zona despoblada junto al barrio militar de Pacata Alta, donde se adquirió un terreno bastante extenso a nombre de “jardín de la Inmaculada”.
En varias oportunidades Fr. Peregrino Ziobro insistió en la compra de suficiente terreno para el Centro de Espiritualidad como estaba en la mente de los inicios de la misión; pero, las necesidades pastorales de nuestras presencias y la construcción de servicios pastorales y sociales fue dejando al olvido lo que se esperaba “marcara” la presencia conventual en Bolivia.
zona de Pereotó junto a las grandes urbanizaciones en la zona de Urubó Norte |